Breve introducción al carboncillo
En este primer ejercicio vas a probar tu material para conocerlo mejor. Prueba a hacer todo lo que ves en esta hoja, poniendo atención en soltar tu muñeca para que no sean los dedos los que se mueven, sino que el movimiento nace de tu muñeca. Prueba direcciones, líneas, superposiciones, presiones distintas (más fuerte, más flojo...), cruces de líneas, espirales... Déjate llevar.
Prueba ahora a difuminar con un difuminador o con tu propio dedo. Verás que si marcas mucho la línea, ésta no desaparecerá cuando la difumines. En cambio, si partes de un dibujo muy suave y con el lápiz adecuado (minas blandas), las líneas pueden desaparecer hasta su totalidad.
Ahora te propongo un ejercicio de degradado. Vamos a ir desde la sombra más negra hasta la luz más intensa. Puedes probar tu material en una línea y después probar a hacer una esfera como la de este ejemplo:
A continuación, vas a intercalar línea y difuminado para dibujar este huevo.
¡Bien! Estás aprendiendo muchísimo. Es hora de ponerte un reto más: esta manzana está dibujada con líneas que se superponen unas con otras, jugando con la intensidad.
El siguiente ejercicio es muy parecido a los anteriores, solo que aquí hay varios elementos (un hito de piedras). Pon atención a la dirección de las líneas y a los contornos.
¡Has llegado al último ejercicio de este bloque!
Practica todo lo que has aprendido con este jarrón.
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